Naturaleza, bienestar y aprendizaje
La naturaleza incide positivamente en las personas que están en contacto con ella.
Varios estudios han comprobado que el contacto ya sea a través del tacto, el olfato, el oído o visual, incluso a través de una ventana, genera un estímulo a nivel neurológico, en contraposición a aquellas que no han estado.
La presencia de vegetación, árboles, arbustos, trepadoras, praderas, puede transformar la experiencia incidiendo positivamente en su estado psicológico y emocional.
Tanto niños, niñas y adolescentes como adultos necesitan tiempo diario en contacto con la naturaleza, ya que les ayuda a disminuir el estrés, es beneficioso para la salud en general, y favorece la capacidad de concentración y atención.
En estos últimos tiempos donde cada vez más vivimos en ciudades muy urbanizadas y en donde cada vez hay menos vínculo con la naturaleza, es que debemos pensar cómo podemos invertir esta relación.
Niños, niñas y adolescentes pasan en los centros educativos gran parte del día, por esta razón es muy importante que los centros cuenten con espacios verdes con vegetación diversa donde puedan disfrutar de manera libre, generando experiencias que potencien el bienestar, desarrollo y aprendizaje.